Revertir esta situación, sin embargo, depende en gran medida del empresario. Ante las dificultades, es necesario dejar a un lado el victimismo y tomar las riendas de la negociación. Nadie es mejor embajador de una empresa que su dueño, ni nadie como él está más capacitado para persuadir a un financiador.
Bajo esta premisa, INBONIS quiere compartir estos seis sencillos consejos que facilitan su acceso a la financiación:
Actuar sin prejucios
El empresario es dueño de sus bienes, dueño de sus decisiones y de su tiempo. Por eso la primera recomendación es actuar con naturalidad : Relacionarse, negociar y buscar libremente la oferta más conveniente. Un financiador no es sino otro proveedor más, que simplemente vende dinero a cambio de un precio. No hay que aceptar posiciones dominantes.
Proactividad
Concentrarse en los beneficios que derivarán del préstamo y no en el esfuerzo que supone conseguirlo. A la hora de negociar, el empresario es el protagonista de su empresa, conoce como nadie sus fortalezas y sabe también como paliar sus debilidades.
Proporcionalidad
Es razonable pensar que si pedimos a una entidad que arriesgue su dinero, tendremos que estar dispuestos a arriesgar el nuestro. Pura cuestión de equilibrio.
Anticipación
Nunca hay que improvisar . Antes de pedir un préstamo, hay que tener preparada la documentación personal y datos de la empresa. La información a facilitar es una oportunidad. No esperar las preguntas, sino tener preparadas las respuestas.
Coherencia
Es una de las principales variables a la hora de analizar un crédito. Es muy importante explicar para qué irá destinado el dinero, y detallar cuándo y cómo se va a devolver.
Impecabilidad
La reputación es muy importante para los financiadores. Cuidar el historial crediticio es decisivo a la hora de conseguir un préstamo. Cualquier “mancha” importa.
Estas recomendaciones no son "mágicas", pero te ayudarán a ganarte la confianza de los financiadores y a conseguir el préstamo que necesitas.