En cuanto al porqué: imagina una empresa que gana un contrato con las siguientes características :

Se puede afirmar que este contrato es rentable. Pero es fácilmente entendible que también implica una necesidad financiera de 70 durante 6 meses. Si consiguiera 10 contratos de golpe, las necesidades financieras también se multiplicarían por diez y se daría la aparente contradicción de tener tensiones de tesorería, a pesar de ser rentable y de estar creciendo.

En cuanto a cómo remediarlo, caben dos grupos de alternativas:

El primero sería tratar de gestionar las necesidades financieras a la baja. Podría hacerse de varias formas, entre otras: negociando un plazo de cobro más favorable (aunque sea a costa de una parte del margen), reduciendo el plazo de entrega o negociando un pago aplazado en los pagos de los costes.

El segundo sería financiar estas necesidades con un préstamo para financiación de circulante. Mientras el inversor vea que los contratos son rentables, no le debería dar miedo financiarlos.

El crecimiento puede generar tensión en la liquidez de tu empresa y hay que saber cómo gestionar este tipo de situaciones

Pero aunque se tenga acceso a dicha financiación, conviene agotar las vías de la primera alternativa, pues eso ahorrará gastos financieros y demostrará un plus de capacidad de gestión financiera, que a su vez redundará en condiciones financieras más favorables.